miércoles, 18 de junio de 2008

ANALISIS DE PARAISO TRAVEL


El punto de análisis simbólico de esta película nace del tan anhelado sueño Americano que tienen muchas personas de países Subdesarrollados con el fin de llevar una mejor vida, donde sus recursos económicos sean mejores. Principalmente encontramos el hombre y la mujer como símbolos esenciales los cuales a través de su personalidad desenvuelven otros intereses que desencadenan el rumbo de esta historia.

Desde el punto del hombre llamado MARLON encontramos el Amor por reina quien lo único que tenía en su pensamiento era la ambición e interés por alcanzar su sueño.

PARAÍSO TRAVEL en cuanto a su fotografía e imagen se desarrolla en planos abiertos especialmente en la ciudad de NEW YORK, donde el contexto social de aquella ciudad es gente desplazándose por la calle con atuendos de abrigos, gabanes, bufandas, gorros por el frío de la ciudad.

Por otra parte las escenas se dan en el día y en la noche con un aspecto social totalmente gringo y al mismo tiempo latinoamericano, de países como México, Guatemala y Colombia porque por ejemplo la apariencia de los guatemaltecos es India con vestidos largos personas morenas y haciendo referencia a lo que nos dice PAUL RICOEUR y JUNG “El mundo nos habla a través de los símbolos y estos son portadores de una realidad mas profunda y mas fundamental”.

Los emigrantes son la realidad del mundo, a través de este fenómeno de emigración tienen que pasar por muchas dificultades para las cuales muchas de las veces no están preparados y en un lenguaje coloquial de insultos, agresividad, gritos; en este caso atraviesan ríos, aguantan hambre, no les cumplen con lo que prometen y al cruzar la frontera en Chispas de MEXICO son esperados para ser robados, violados y asesinados; lo peor de todo cuando se cumple aquel sueño tener que sufrir el desprecio y el poco valor al trabajo realizado simplemente por ser Colombianos porque como lo sabemos Colombia ante el mundo simboliza la guerra, la violencia, la trampa y por esta razón inspiramos desconfianza a donde llegamos así no seamos muchas personas como según ELIADE lo afirma “El símbolo siempre revela en cualquier contexto “La unidad fundamental de varias zonas de lo real por lo tanto se considera multívoco” .

Dentro de esta película se maneja el drama y en forma retrospectiva la historia desencadena los orígenes y las causas de la trama en relación con la situación actual del protagonista. Estos orígenes parten en la Ciudad de Medellín de una familia del común que sufre por la decisión de su hijo porque el hombre es un ser biológico, descansa, protege a los suyos y tiende a la sobrevivencia y es este instinto de sobrevivir y con la ayuda de PATRICIA la dueña del bar al que llega el protagonista, se recupera y sale adelante con oficios que obviamente puede desempeñar un extranjero en NEW YORK y mas sino tiene estudios profesionales como obreros, mensajeros, meseros; vinculando el sentimiento y la voluntad para alcanzar sus fines.

PARAISO TRAVEL involucra cantantes Colombianos como Fonseca, Vicky Rueda y Cabas para evidenciar las diferentes situaciones de la historia Fonseca nos muestra la trama general y sentimental, Vicky el papel que desempeñan las mujeres que empiezan desde cero en otro país y en este caso la prostitución y Cabas el fin de los medios que sensibilizan al hombre a pensar y a acumular experiencias subjetivas y objetivos socioculturales, porque como lo afirma VYGOTSKY, pensar es por lo pronto un proceso de aprehensión de la realidad, de reflexión sobre si mismo y sobre el mundo, elaboración y elaboración consiente, no desligada de lo afectivo y social, encauzado todo a la organización de la personalidad, al conocimiento de la verdad, a la adopción de valores, a la comunicación por la interacción consiente, y en definitiva a la posesión y transformación de la realidad mencionada. Situación a la que llego MARLON para definir el rumbo de su vida.

miércoles, 28 de mayo de 2008



ANALISIS “ARRANCAME LA VIDA”


Dentro de esta novela podemos encontrar elementos simbólicos que se evidencian dentro de una realidad alrededor de la vida matrimonial y en muchas relaciones de pareja, en especial el papel que juega la mujer dentro de esta y en la sociedad. Pero el rumbo de una mala vida debe ponérsele punto final desde un principio cuando nos damos cuenta que estamos actuando en contra de nuestra voluntad, porque como lo plantea VYGOTSKY “el hombre supone la capacidad de pensar de reflexionar sobre sí mismo y sobre el mundo sin desligarse de lo afectivo y lo social con el fin de transformar la realidad mencionada” lo que no sucedió con CATALINA GUZMAN, la protagonista de la novela quien desde un principio, accedió a los antojos de ANDRES AUSENCIO respecto al matrimonio sin contar con la opinión de ella ni de su familia, lo cual de alguna manera su padre también permitió que esto sucediera cuando dice “por las buenas, general será un Honor – había dicho incapaz de oponerse”.


Posteriormente siguieron apareciendo situaciones que mostraban aquel hombre como alguien maldadoso y a lo cual su esposa era incapaz de creer porque él a través de un poder de representación o significación quiso mostrar ser un hombre correcto y disciplinado como intencionalidad comunicativa pero donde el conocimiento de sus actos se apoyaban en una realidad oscura y de maldad ya que primaba la ambición y el poder, según el proceso signico de ECO. Dentro del desarrollo de esta historia predominaba el machismo y la falta de importancia de aquellas cosas simbolizantes de la mujer y una de esas la tristeza, mal genio, aburrimiento etc. Debido a lo que les sucede a las mujeres cada mes Pero que según CATALINA “ni para contárselo al general, porque esas cosas no le interesan a los hombres”, lo que contradice a FROMM 1980 cuando dice “el ser humano tiene la necesidad de afecto, seguridad, necesita amar y ser amado, expresar sus sentimiento, estados emotivos y sus actitudes.

Por otra parte se evidencia según RICOEUR la realidad cósmica como primeros SIMBOLOS cuando se narra “Me enrosque en las cobijas pensando que me gustaría ir a la luna. De niña iba hasta el fondo de la cama y jugaba a decir que andaba en la luna. En la luna estaba, cuando regreso”. Todos los sueños de aquella mujer fueron quedando ahogados en el tiempo además porque a muy temprana edad asumió responsabilidades que pudieron haber esperado como un hogar, un esposo y ser madre, situación que por cierto fue frustrada e inesperable sumado a que ANDRÉS, cada vez mas llevaba a casa hijos ajenos siendo él quien mandaba y haciendo lo que quería sumándose su ambición al poder ya que estaba harto de la pobreza y rutina. Quería ser rico, quería ser jefe, quería desfilar no ir a mirar desfiles ya como lo afirma ERNESTO SABATO “el hombre aspira a tener más y no a ser más”.
Poco a poco el tiempo se encargo de mostrarle la verdad lo que hizo de desistiera de su actitud benéfica mientras la ciudad habla de los ochocientos crímenes y las cincuenta amantes del gobernador, llevando ella la peor parte aguantando su forma de ser y sobre todo de alguna manera la cómplice oficial, mientras sus amantes disfrutaban el dinero de aquel hombre para lo que querían y donde la sociedad las consideraba las víctimas.
Por esta razón vemos la sumisión de la mujer reflejada en la protagonista de la historia y que hoy en día se sigue evidenciando en muchas mujeres debido a la dependencia económica, los hijos y el amor que no les desligarse de aquella mala vida a la que están sometidas presentándose así lo que RICOEUR llama el lenguaje primitivo donde la experiencia transmitida está encerrada en una calidad de emoción por ejemplo el miedo y la angustia. Este deseo de liberación afectiva la llevaba a visitar a su padre quien era el que escuchaba todo lo que le pasaba.
Por otra parte el símbolo siempre rebela en cualquier contexto la unidad fundamental de varias zonas de lo real, lo que para ELIADE es transformar sus objetos en algo diferente de lo que la experiencia ordinaria y cotidiana nos hace percibir como la realidad social de la mujer en puebla que no tenía el derecho al voto y lo que Carmen serdan había transformado.


Esta mujer era obligada a escuchar todo lo que le sucedía a sus esposo en el transcurso del día donde solo importaba él sin pensar si a ella le gustaba o no esta situación y edemas soportar la burla que le hacía por su apariencia física, lo la llevo a la liberación y la reflexión cuando dice “dos días antes me hubiera hecho feliz, no solo tener de nuevo su explosiva presencia, sino estar invitada a todo lo que tuve prohibido, si se me hubiera ocurrido opinar me habrían dejado”. Dando cabo suelto a sus infidelidades encontrando en otros hombres lo que no encontraba en Andrés, aun él sabiendo lo que ella estaba haciendo siempre le replicaba “eres mi mujer. No se te olvide-dijo después acostado junto a mi acariciándome la panza” por lo tanto se evidencia el silencia para seguir reflejando aquella fachada de hombre correcto y hogar feliz.
Por último la muerte del protagonista que da lugar a la liberación definitiva de la mujer que vivió un matrimonio infeliz y que como él algún día se lo dijo “me da gusto por ti. La viudez es el estado ideal de la mujer. Se pone al difunto en un altar, se honra su memoria cada vez que sea necesario y se dedica uno a hacer todo lo que no pudo hacer con él en vida.

viernes, 16 de mayo de 2008

Glosario primera tutorìa

Imperativo: Es una forma especial de enunciado prescriptivo, que indica la necesidad de hacer algo o de llevar a cabo determinada acción.

Vocativo: forma expresiva que se utiliza con valor apelativo o exclamativo: Niño, estáte quieto; Padre nuestro, que estás en los cielos; Señoras y señores, muy buenas tardes.

Yuxtaposición: Colocado junto a algo o en posición inmediata a algo.

Subyugado: dominado poderosa o violentamente


Heteróclitos: Se dice del nombre que no se declina según la regla común, y, en general, de todo paradigma que se aparta de lo regular.

Multívoco: que tiene diferentes significaciones

Inextricable: que no se puede desenredar, muy intrincado y confuso

Onírica: perteneciente o relativo a los sueños

Hierofánica:

Secular: Que sucede o se repite cada siglo. Que dura un siglo, o desde hace siglos. Dicho de un sacerdote o del clero: Que vive en el siglo, a distinción del que vive en clausura.

Etiológica: perteneciente al Estudio sobre las causas de las cosas. Estudio de las causas de las enfermedades.

Denotativo: denotar Indicar, anunciar, significar.
Dicho de una palabra o de una expresión: Significar objetivamente. Se opone a connotar.

Aseveración: afirmar o asegurar lo que se dice
Análisis del cuento

Dentro de este cuento la escritura del Dios podemos encontrar la función del símbolo ya que no hace referencia a si misma sino que remite a otra y una de esas cosas es la narración como tal y dentro de ella el sueño y en este caso el los ¨granos de arena¨ que rodean al protagonista.El mundo real es siempre simbólico porque en todo momento es un mundo construido en función de un a priori y dentro de la escritura del Dios sucesos que llevan a otros, siendo así un universo entero que conlleva a un saber signico como resultado según Descartes; por esta razón el texto es subjetivo y otorgador de sentido para el lector encargado de descifrarlo.

Los hechos narrados en el interior de la cárcel sitio al cual muchas personas nunca han tenido acceso pero que a través de la descripción de la narración hemos ido conociendo, porque el símbolo construye el lado oculto de la realidad, aquella dimensión a que es imposible acceder por ejemplo cuando dice ¨la cárcel es profunda y de piedra; su forma la de un hemisferio casi perfecto, si bien el piso que también es de piedra es algo menor que un circulo máximo, hecho que agrava de algún modo los sentimientos de opresión y de vastedad dando sentido existencial al ser humano.Según Vigotsky el hombre tiene la capacidad de ejecutar actos consientes e intencionales con la ayuda mediadora del símbolo, que le permite representar y manejar la realidad mentalmente es decir mediatizar lo que en esta historia a vista de los lectores parece inconsciente para Tzinacon es muy fácil recordar la cruda realidad de una cárcel cuando dice “yo que alguna vez era joven y podía caminar por esta prisión con el hondo cuchillo de pedernal he abierto el pecho de las victimas.

Por ultimo podemos evidenciar que el texto maneja una dimensión cósmica del lenguaje cuando se refiere a un conjunto de intensiones significativos que antes de hacer pensar hacen hablar cuando hace referencia a la noche, a los arboles, al cielo, al rio, a las montañas y todas aquellas características posibilitadoras de la expresión de un discurso infinito, de un sentido que es inagotable.
La escritura del Dios por JORGE LUIS BORGE

La cárcel es profunda y de piedra; su forma, la de un hemisferio casi perfecto, si bien el piso(que también es de piedra) es algo menor que un círculo máximo, hecho que agrava de algún modo los sentimientos de opresión y de vastedad. Un muro medianero la corta; éste, aunque altísimo, no toca la parte superior de la bóveda; de un lado estoy yo, Tzinacán, mago de la pirámide de Qaholom, que Pedro de Alvarado incendió; del otro, hay un jaguar, que mide en secretos pasos iguales el tiempo y el espacio del cautiverio. A ras del suelo, una larga ventana con barrotes corta el muro central. En la hora sin sombra [el mediodía] se abre una trampa en lo alto y un carcelero que ha ido borrando los años maniobra una roldana de hierro, y nos baja, en la punta de un cordel, cántaros con agua y trozos de carne. La luz entra en la bóveda; en ese instante puedo ver al jaguar.
He perdido la cifra de los años que yazgo en la tiniebla; yo, que alguna vez era joven y podía caminar por esta prisión, no hago otra cosa que aguardar, en la postura de mi muerte, el fin que me destinan los dioses. Con el hondo cuchillo de pedernal he abierto el pecho de las víctimas y ahora no podría, sin magia, levantarme del polvo.
La víspera del incendio de la Pirámide, los hombres que bajaron de altos caballos me castigaron con metales ardientes para que revelara el lugar de un tesoro escondido. Abatieron, delante de mis ojos, el ídolo del dios, pero éste no me abandonó y me mantuve silencioso entre los tormentos. Me laceraron, me rompieron, me deformaron y luego desperté en esta cárcel, que ya no dejaré en mi vida mortal.
Urgido por la fatalidad de hacer algo, de poblar de algún modo el tiempo, quise recordar, en mi sombra, todo lo que sabía. Noches enteras malgasté en recordar el orden y el número de unas sierpes de piedra o la forma de un árbol medicinal. Así fui debelando los años, así fui entrando en posesión de lo que ya era mío. Una noche sentí que me acercaba a un recuerdo preciso; antes de ver el mar, el viajero siente una agitación en la sangre. Horas después, empecé a avistar el recuerdo; era una de las tradiciones del dios. Éste, previendo que en el fin de los tiempos ocurrirían muchas desventuras y ruinas, escribió el primer día de la Creación una sentencia mágica, apta para conjurar esos males. La escribió de manera que llegara a las más apartadas generaciones y que no la tocara el azar. Nadie sabe en qué punto la escribió ni con qué caracteres, pero nos consta que perdura, secreta, y que la leerá un elegido. Consideré que estábamos, como siempre, en el fin de los tiempos y que mi destino de último sacerdote del dios me daría acceso al privilegio de intuir esa escritura. El hecho de que rodeara una cárcel, no me vedaba esa esperanza; acaso yo había visto miles de veces la inscripción de Qaholom y sólo me faltaba entenderla.
Esta reflexión me animó y luego me infundió una especie de vértigo. En el ámbito de la Tierra hay formas antiguas, formas incorruptibles y eternas; cualquiera de ella podía ser el símbolo buscado. Una montaña podía ser la palabra de dios, o un río o el imperio o la configuración de los astros. Pero en el curso de los siglos, las montañas se allanan y el camino de un río suele desviarse y los imperios conocen mutaciones y estragos y la figura de los astros varía. En el firmamento hay mudanza. La montaña y la estrella son individuos y los individuos caducan. Busqué algo más tenaz, más invunerable. Pensé en las generaciones de los cereales, de los pastos, de los pájaros, de los hombres. Quizás en mi cara estuviera escrita la magia, quizás yo mismo fuera el fin de mi busca. En ese afán estaba cuando recordé que el jaguar era uno de los atributos del dios.
Entonces mi alma se llenó de piedad. Imaginé la primera mañana del tiempo, imaginé a mi dios confiando el mensaje a la piel viva de los jaguares, que se amarían y se engendrarían sin fin, en cavernas, en cañaverales, en islas, para que los últimos hombres lo recibieran. Imaginé esa red de tigres, ese caliente laberinto de tigres, dando horror a los prados y a los rebaños para conservar un dibujo. En la otra celda había un jaguar; en su vecindad percibí una confirmación de mi conjetura y un secreto favor.
Dediqué largos años a aprender el orden y la configuración de las manchas. Cada ciega jornada me concedía un instante de luz, y así pude fijar en la mente las negras formas que tachaban el pelaje amarillo. Algunas incluían puntos; otras formaban rayas transversales en la cara interior de las piernas; otras, anulares, se repetían. Acaso eran un mismo sonido o una misma palabra. Muchas tenían bordes rojos.
No diré las fatigas de mi labor. Más de una vez grité a la bóveda que era imposible descifrar aquel texto. Gradualmente, el enigma concreto que me atareaba me inquietó menos que el enigma genérico de una sentencia escrita por un dios. ¿Qué tipo de sentencia (me pregunté) construirá una mente absoluta? Consideré que aun en los lenguajes humanos no hay proposición que no implique el universo entero; decir el tigre es decir los tigres que lo engendraron, los ciervos y tortugas que devoró, el pasto de que se alimentaron los ciervos, la tierra que fue madre del pasto, el cielo que dio luz a la tierra. Consideré que en el lenguaje de un dios, toda palabra enunciaría esa infinita concatenación de los hechos, y no de un modo implícito, sino explícito, y no de un modo progresivo, sino inmediato. Con el tiempo, la noción de una sentencia divina parecióme pueril o blasfematoria. Un dios, reflexioné, sólo debe decir una palabra y en esa palabra la plenitud. Ninguna voz articulada por él puede ser inferior al universo o menos que la suma del tiempo. Sombras o simulacros de esa voz que equivale a un lenguaje y cuanto puede comprender un lenguaje, son las ambiciosas y pobres voces humanas, todo, mundo, universo.
Un día o una noche - entre mis días y mis noches, ¿qué diferencia cabe? - soñé que en el piso de la cárcel había un grano de arena. Volví a dormir, indiferente; soñé que despertaba y que había dos granos de arena. Volví a dormir; soñé que los granos de arena eran tres. Fueron, así, multiplicándose hasta colmar la cárcel y yo moría bajo ese hemisferio de arena. Comprendí que estaba soñando; con un vasto esfuerzo me desperté. El despertar fue inútil; la innumerable arena me sofocaba. Alguien me dijo: No has despertado a la vigilia, sino a un sueño anterior. Ese sueño está dentro de otro, y así hasta lo infinito, que es el número de granos de arena. El camino que habrás de desandar es interminable y morirás antes de haber despertado realmente.
Me sentí perdido. La arena me rompía la boca, pero grité: Ni una arena soñada puede matarme ni hay sueños que estén dentro de los sueños. Un resplandor me despertó. En la tiniebla superior se cernía un círculo de luz. Vi la cara y las manos del carcelero, la rodaja, el cordel, la carne y los cántaros.
Un hombre se confunde, gradualmente con la forma de su destino; un hombre es, a la larga, sus circustancias. Más que un descifrador o un vengador, más que un sacerdote del dios, yo era un encarcelado. Del incansable laberinto de sueños yo regresé como a mi casa a la dura prisión. Bendije su humedad, bendije su tigre, bendije el agujero de luz, bendije mi viejo cuerpo doliente, bendije la tiniebla y la piedra.
Entonces ocurrió lo que no puedo olvidar ni comunicar. Ocurrió la unión con la divinidad, con el universo (no sé si estas palabras difieren). El éxtasis no repite sus símbolos; hay quien ha visto a Dios en un resplandor, hay quien lo ha percibido en una espada o en los círculos de una rosa. Yo vi una Rueda altísima, que no estaba delante de mis ojos, ni detrás, ni a los lados, sino en todas partes, a un tiempo. Esa Rueda estaba hecha de agua, pero también de fuego, y era (aunque se veía el borde) infinita. Entretejidas, la formaban todas las cosas que serán, que son y que fueron, y yo era una de las hebras de esa trama total, y Pedro de Alvarado, que me dio tormento, era otra. Ahí estaban las causas y los efectos y me bastaba ver esa Rueda para entenderlo todo, sin fin. ¡Oh, dicha de entender, mayor que la de imaginar o la de sentir! Vi el universo y vi los íntimos designios del universo. Vi los orígenes que narra el Libro del Común. Vi las muchas montañas que surgieron del agua, vi los primeros hombres de palo, vi las tinajas que se volvieron contra los hombres, vi los perros que les destrozaron las caras. Vi el dios sin cara que hay detrás de los dioses. Vi infinitos procesos que formaban una sola felicidad y, entendiéndolo todo, alcancé también a entender la escritura del tigre.
En una fórmula de catorce palabras casuales (que parecen casuales) y me bastaría decirla en voz alta para ser todopoderoso. Me bastaría decirla para abolir esta cárcel de piedra, para que el día entrara en mi noche, para ser joven, para ser inmortal, para que el tigre destrozara a De Alvarado, para sumir el santo cuchillo en pechos españoles, para reconstruir la pirámide, para reconstruir el imperio. Cuarenta sílabas, catorce palabras, y yo, Tzinacán, regiría las tierras que rigió Moctezuma. Pero yo sé que nunca diré esas palabras, porque ya no me acuerdo de Tzinacán.
Que muera conmigo el misterio que está escrito en los tigres. Quien ha entrevisto el universo, quien ha entrevisto lo ardientes designios del universo, no puede pensar en un hombre, en sus triviales dichas o desventuras, aunque ese hombre sea él. Ese hombre ha sido él y ahora no le importa. Qué le importa la suerte de aquel otro, qué le importa la nación de aquel otro, si él ahora no es nadie. Por eso no pronuncio la fórmula, por eso dejo que me olviden los días, acostado en la oscuridad.
ANALISIS POEMA EL ANGEL Y EL NIÑO

Se entiende por semiótico la actividad mediante lo cual el hombre explica la complejidad de la experiencia organizándola en estructuras de contenidos a las que corresponden sistemas de expresión. Una de esos sistemas de expresión son los poemas y en este caso el Ángel y el niño donde muestra una simbología de manera enigmática y misteriosa ya que se refiere a la vida y la muerte en la historia de un niño recién nacido el cual debe ser una creatura del cielo por esta razón en la dulzura de su infancia debe morir para ser llevado por los Ángeles al cielo cuando dice. “habita el palacio que has visto en tu sueño; ¡eres digno! ¡Que la tierra no se quede ya con un hijo del cielo!, también se evidencia una cultura que maneja un sistema simbólico referido a la religión como lo considera Levi Strauss cuando se manejan elementos simbólicos con un niño que no debe habitar en un mundo de maldad para ser llevado al paraíso “los mortales no acarician nunca con dicha sincera; incluso del dolor de la flor brota un algo amargo y los corazones agitados solo gozan de alegrías tristes.
Este análisis argumentativo puede detectar que dentro del poema existen mayormente prerrogativas o cualidades que caracterizan la capacidad lingüística del ser humano debido a que el autor se expresa constantemente afirmando, declarando y ordenando por ejemplo cundo el poema nos dice ¡vamos! Una divinidad rompe los lazos que te atan a la vida por lo tanto hace relación a lo que Mircea Eliade pretende con respecto a lo sagrado cuando declara que este ha dejado huella en el ser humano y en este caso nos referimos a lo sagrado ya que todos los elementos simbólicos hacen referencia a la divinidad, al cielo a la vida y a la muerte y a un Dios como portador de pureza y verdad ya que los símbolos son capaces de revelar una estructura del mundo que no se hace evidente al mismo tiempo que es Multívoco ya que tiende a unificar diferentes planos de la realidad y en este caso todas aquellas características que rodean la muerte como el féretro, los funerales, el llanto, la tristeza, la azucenas que demuestran un conocimiento riguroso sobre una realidad del mundo, y que según Ricoeur son aquellas características que pueden estar dentro de los símbolos primarios del hombre como el pecado, la maldad y aquellas emisiones como la angustia y el miedo por lo tanto la simbología del poema el Ángel y el niño lleva una dimensión cósmica de la realidad posibilitadora de la expresión de un discurso infinito, de un sentido que es inagotable. Donde el cielo significa lo alto, lo elevado e inmenso, lo poderoso y ordenado, lo clarividente y sabio lo soberano, lo inmutable.
Poema El Ángel Y El Niño de Arthur Rimbaud
El nuevo año ha consumido ya la luz del primer día;luz tan agradable para los niños, tanto tiempo esperada y tan pronto olvidada,y, envuelto en sueño y risa, el niño adormecido se ha callado…Está acostado en su cuna de plumas; y el sonajero ruidoso calla, junto a él, en el suelo.Lo recuerda y tiene un sueño feliz:tras los regalos de su madre, recibe los de los habitantes del cielo.Su boca se entreabre, sonriente, y parece que sus labios entornados invocan a Dios.Junto a su cabeza, un ángel aparece inclinado:espía los susurros de un corazón inocente y, como colgado de su propia imagen,contempla esta cara celestial: admira sus mejillas, su frente serena, los gozos de su alma,esta flor que no ha tocado el Mediodía :«¡Niño que a mí te pareces, vente al cielo conmigo! Entra en la morada divina;habita el palacio que has visto en tu sueño;¡eres digno! ¡Que la tierra no se quede ya con un hijo del cielo!Aquí abajo, no podemos fiamos de nadie; los mortales no acarician nunca con dicha sincera;incluso del olor de la flor brota un algo amargo;y los corazones agitados sólo gozan de alegrías tristes;nunca la alegría reconforta sin nubes y una lágrima luce en la risa que duda.¿Acaso tu frente pura tiene que ajarse en esta vida amarga, las preocupaciones turbarlos llantos de tus ojos color cielo y la sombra del ciprés dispersar las rosas de tu cara?¡No ocurrirá! te llevaré conmigo a las tierras celestes,